miércoles, 29 de agosto de 2012

El Alcoholismo en la familia



A Estas alturas del partido, si nos detenemos por un segundo, todo a nuestro alrededor es alcohol, propagandas, anuncios, spots publicitarios , TODO.  Esto ocasiona que el consumir bebidas alcohólicas, sea mucho más normal cada vez; en algunos estados  de la república mexicana como por ejemplo en Veracruz,  los niños aproximadamente desde los nueve años consumen bebidas alcohólicas.
Lo más denigrante fue -que al pasar personalmente por un lugar concurrido de Veracruz- era el papá quien estaba con el  niño,  ambos completamente ebrios.

¿A qué extremo hemos llegado?  Antes la mayoría de los problemas familiares se debían a que el  padre de familia era alcohólico y al llegar ebrio a casa por las noches, sin poder detener sus impulsos o pensar en sus acciones,  cometía actos violentos contra la mujer y en menor medida con  los hijos. Pero ahora,   con la cultura alcohólica que tenemos,  nuevos problemas han surgido.  Hubo un tiempo en que la mayoría de los problemas familiares,  eran causados por los hijos jóvenes que tenían las familias (accidentes, problemas legales, daños a objetos materiales, delincuencia, etc.)  Pero que no nos sorprenda cuando en las noticias salga que los niños ahora,  cometen actos de violencia a causa del alcohol ya que es lo que a este paso nos espera.
La mayoría de los mexicanos no entendemos,  que el consumir alcohol no es malo, donde recae el mal acto es en el abuso que realizamos de este tipo de bebidas, ya que el alcohol es el mejor amigo casi hermano de la violencia, una acción te lleva a la otra. Es por eso que también ahora en nuestra época es muy común que las familias sufran a causa del alcohol.

A pesar de lo mencionado anteriormente todavía el índice de alcoholismo en la familia recae en el padre, que esto es algo terrible ya que como cabeza de la familia, es el ejemplo que se le da a los hijos.
Aún peor,  consumir alcohol no sólo puede dañar al consumidor  y a seres queridos, si no también a todo aquella persona con la que se establezca contacto muchas veces desconocidos,  -que como el consumidor,  también tienen su propio núcleo familiar-  y pueden llegar a ser muy dañados  a causa de una tercera persona y sobre todo de el alcohol .

Otro ámbito que influye mucho en México es el “machismo”  que se sigue viviendo en nuestras familias ya que en muchas de ellas el padre puede hacer lo que se le venga en gana y nunca es cuestionado.
Menciona Typpo y Hastings (1984) “que convivir con el alcoholismo en la familia es algo parecido a soportar a un enorme y molesto elefante en la sala” Entonces yo les digo a todos ustedes lectores, que si se encuentran con algún elefante en su sala ¡HABLEN CON ÉL! Puede ser más fácil de lo que piensan, háganle saber que les interesa a los demás miembros un mejor futuro  para la familia y sobre todo el bienestar.   
Lo primero que no deben hacer:  es adaptarse a los cambios que están ocurriendo en la familia a causa del alcohol, así como  informarse sobre qué se puede hacer con la persona que comienza a consumir alcohol de forma excesiva y a que la ignoracncia muchas veces es el principal factor del que problema se salga de control. 
Intenta Mantener firmemente las costumbres y las normas para que no se vayan dejando y la familia pueda dejar de hacerse llamar tal y como es.
Pero sobre todo,  toma en cuenta que el alcoholismo es una enfermedad. 
Por lo tanto: tenle paciencia, muéstrale tu preocupación, compréndelo e insiste en el tratamiento si es necesario.
No se queden atrapados en la botella ¡HAY SALIDA!

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